martes, 15 de noviembre de 2011

Miradas.

Y me estaba hablando...

Detesto no poder callar cuando se trata de mirar a los ojos. No sé cómo evitarlo. Por más de que lo intento todo, ellos parecieran hablar por sí solos: pruebo no mirar a los ojos al otro; hacerme la distraída; o hasta fingir que me entró una basurita. Sin embargo reitero que no puedo evitarlo: ellos se comunican por sí mismos. Es como si existiera un universo paralelo en donde las palabras sobran porque las miradas bastan. Ellas se entienden, se alegran y se compadecen. Se miran. Simplemente se miran. Es en ese mirar que muchas veces todo se entiende. Una sonrisa cómplice que acompaña unos ojos plenos, sonrisa que no puede evitar mostrarse como si alguien distraídamente hubiera dejado una ventana abierta. Son las arrugas acompañando una profunda mirada las que muestran la experiencia de esa persona, y unos ojos llenos de recuerdos... Recuerdos que parecieran estar contando historias, buscando que alguien quiera escucharlos. Más aún, no solamente quieren contarlas, sino que cuando las comparten, nuestra mirada cambia con ellas: se convierten en nuestras.

Ellos hablan mejor que yo. 

Y esa persona me estaba hablando. Me miró y no pude evitar su mirada... son personas que no sabemos cómo pero las entendemos más allá de que su única expresión sea simplemente una mirada. Y aunque lo intento todo, mi mirada también me delata. En ella está escrito quién soy, cómo estoy y todo lo que viví... Descubrí que lo único necesario para conocernos es mirarnos a los ojos. Allí está todo dicho.... nos están hablando pero muchas veces no queremos escucharlos.

Esos días en que me doy cuenta de que mi mirada es un espejo de mi vida, simplemente elijo no mirar a los ojos...



3 comentarios:

  1. Me ha encantado tu post, tanto por la manera de expresarte como por el significado de las palabras... Miradas, tan vestidas y tan desnudas a la vez. Un post genial :)

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  2. Por cierto, pasaba a devolverte el saludo que dejaste en mi blog hace unos meses, pero tengo que confesarte que me encantan tus escritos. Gracias a ti por compartirlos. Sin duda, seguiré entrando, porque yo también creo que la lapicera le gana a la espada. Aquí en España nunca había oído este refrán, pero me lo aplico! Me encanta :)

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  3. Hola Eli, Que bueno que te haya gustado el poo cada tanto paso a leer el tuyo, la verdad que también me encanta: "Los sentimentales les llaman sueños; los racionales, objetivos"... me quedo con esa frase, muy muy buena!

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