Que la suerte es algo que exista o no, poco me interesa, ya que considero que es una de esas "cosas" a la que nosotros le otorgamos una existencia: Que si te querés casar no pases por debajo de una escalera; que si rompes un espejo siete años de mala suerte; que martes 13, que gato negro, que matar a un grillo... Son todas acciones que después condicionarán y determinarán el rumbo de nuestras vidas si no seguimos unas pocas reglas, o al menos eso es lo que indica la creencia... y todos pareciéramos seguirla, aunque sea a nivel inconsciente. Yo por lo menos, tengo mucho cuidado con los espejos, y mucho respeto por los gatos negros...
Y me impresiona.. me impresiona que nos desarrollemos tanto, que crezcamos a nivel mundial, que descubramos la composición de cada átomo de este planeta, de cada planta y mineral. Inventamos un mundo de tecnología, donde nada escapa a las cuentas matemáticas y la economía es el primer motor de nuestra vida política; donde si algún conocimiento no cumple con un método científico riguroso no lo tenemos en cuenta porque es solamente una hipótesis, no verdadera ciencia, y sin embargo... sin embargo cuando vemos una vaquita de san antonio, no dudamos en pedir nuestros tres deseos.
Es como si algo adentro nuestro nos lo pidiera: no puede ser que todo sea tal cual lo vemos. No puede ser que no nos remita a algo más, no puede ser que todo pueda ser explicado de una manera tan simple como lo es "2+2=4". Hay una autocrítica que se me podría hacer y que es muy valedera, y es decirme que las matemáticas no son siempre tan simples sino que pueden ser muy complejas. Y es verdad. Aún así, no dejan de ser exactas, nunca pasarán a ser espontáneas, sino que siempre están dentro de un marco que nos asegura la previsibilidad. Sino, no son matemática, sino: no son ciencia. Y en este punto el ser humano escapa. En este mundo pedimos un lugar por donde salir de lo calculado...y adentrarnos en lo que el principito describió mejor que nadie diciendo que "lo esencial es invisible a los ojos".
Algunos hablan de la buena y la mala suerte, otros de religiones, otros de la meditación, y hay otros que en su vida cotidiana constantemente realizan acciones espirituales... sea cual sea la situación de cada uno, es un hecho que cuando llega la hora de soplar las velitas en nuestro cumpleaños, ninguno duda en pedir esos tres deseos ansiados...
La libertad de creer que no todo está determinado es lo que empuja a las personas a creer en la suerte.
ResponderEliminarY será eso verdaderamente libertad? O no estaremos mas bien determinados a esa libertad?
ResponderEliminarQué es la libertad a fin de cuentas? No sé si se cree en la libertad, en la suerte o en la determinación. Tampoco sé sison hechos... pero es verdad que más allá de que exista o no en verdad, todos hablamos de ella, otorgándole de cierto modo, un tipo de existencia.