Descartes fue el primero que nos hizo ver el poder de la duda. Y qué bien que nos hizo; qué bien que nos hizo que finalmente alguien nos proporcione ese poder. El poder de entender. El poder de cuestionar, de querer comprender para dar nuestro asentimiento.
Descartes nos sorprendió y nos alentó a seguir descubriendo que dentro de nuestra vida cotidiana, debemos preguntarnos por todo aquello que damos por sentado. Descartes nos invitó a despertar, a vivir sabiendo que aquello sobre lo cual estamos parados no es mera construcción de un otro, sino que es fruto de nuestras creencias, de nuestros principios.
La duda es la manera de llegar a este resultado.El problema esta en que muchas veces dudamos , y nos quedamos allí parados, errando en el dudar. Vacilando entre el si y el no, entre el blanco y el negro. Y es inevitable entonces habitar en un gris, en un "ni". Lo que sucede cuando dudamos es que no podemos hacer juicios, no tenemos capacidad de determinar qué esta bien y qué esta mal. La duda debe ser un punto desde el cual nos disparamos; un punto de inicio, no de llegada. Es por medio de ella que llegaremos a saber nuestros fundamentos, y es necesario para esto querer buscar una respuesta a nuestras dudas.
Dudar nos hace crecer, nos hace cortar con muchos pensamientos que dabamos por sentado sin haberle dedicado un tiempo para asentir a ellos con razonamientos y que nos parezca lo mejor. Es en este sentido que creo que dudar es lo mejor que podemos hacer, siempre que esa duda nos movilice, sea una duda dinamica y nos saque de una vida estatica para ser una persona completa, con total temporalidad sabiendo que somos un presente constante.
Que no tengamos miedo a dudar, a ser puestos en duda, a poner en duda. Es un ejercicio, que nos alimenta y hace crecer, y asi poder fundarnos sobre piso firme, salir de esa duda llegando a puerto... puerto que puede tambien el dia de mañana ser puesto en duda...
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