Hoy quiero compartir un escrito que realicé para un taller literario. La consigna consiste en entregar un escrito una vez por mes cuya única condición es que trate acerca de una palabra que comience con una letra determinada. Esta vez me tocó la "CH".
CHE
Creo que aprendí primero esta palabra que a sumar y a restar. Esta palabra que creemos entender sólo nosotros, los argentinos, pero que a medida que crecemos, nos damos cuenta de que no solamente en Argentina tiene un significado, sino que hubo una persona que la llevó consigo, que la personalizó, y la hizo famosa. Sí, supongo que todos habrán podido notar que hablo de Ernesto “Che” Guevara, un ciudadano de éste país que se dice que tuvo un ideal. No creo que éste sea el espacio para comenzar a discutir si capitalismo o comunismo, si Rusia o EEUU, si médico o guerrillero. Sin embargo, me gustaría aprovechar esta letra “CH”, para compartirles un breve diálogo que establecí con un taxista en Cuba en el 2009 cuando tuve oportunidad de ir; justamente hablamos acerca de la tan famosa “Revolución”… y los “rebeldes”.
-Asique mañana se cumplen los cincuenta años de la Revolución cubana.. ¿y qué piensa usted? ¿Está a favor de la Revolución?
-Mirá, la verdad que ya no hay ni a favor ni en contra. Yo lo que te puedo decir es que mañana se cumplen cincuenta años de que me despierto y me dicen que nuevamente ganó el gobierno de los “rebeldes”, que siguen al poder. Ganó y no los voté, ganó y nadie los vota.
-Bueno, Argentina tampoco está muy lejos de eso...
-Pero nena, vos te despertás y vas, agarrás la boleta del que querés, y la metés en un sobre. Ejercés tu derecho. Tenés un derecho. Yo no siquiera.. y no hablo sólo de política, no puedo decidir qué quiero comer, qué quiero leer, qué remera me quiero poner, ni siquiera qué música escuchar… ¿me entendés? No me sacaron un derecho, acá me sacaron mi libertad.
Y no, gracias a Dios no lo entendí. Sigo sin entenderlo completamente, porque por suerte seguimos viviendo en un país donde todavía podemos expresarnos. Ese día me acuerdo que el taxista hizo un silencio, y nosotros también. Estábamos todos los que habíamos viajado: mamá, papá, mi hermano y yo. Y no sabíamos qué decirle. Nos sentimos agradecidos, de aquello que pocas veces nos acordamos de agradecer… esta vez había que agradecer que éramos libres. Pero lo que más nos dolía es que no estábamos ya hablando de una libertad física, sino que ese día me sentí libre espiritualmente hablando; me sentí libre de elegir lo que quisiera.
La CH no es una letra, son 2.
ResponderEliminarPienso lo mismo!!jaja, pero como estamos haciendo el diccionario completo la quisieron agregar... y se complica con la CH.. pero una vez que e pones a pensar palabras algo sale! Asique buena onda!
ResponderEliminar